Impotencia de no ser como a ti te gustaría. No tener la oportunidad de dejar huella en tu caparazón, tu fortaleza.  Saber que nunca contaremos estrellas juntos, nunca compartiremos sueños. Discutir y luego arreglarlo entre abrazos y algún que otro beso. Pero me di cuenta que el ‘todo es posible’ es falso, que hay cosas a las que mejor rendirse. ¿Y sabes qué? Tiro la toalla, aunque quizás nunca la tuve.



Hasta que la princesa se canso de seguir soñando. Mientras que falsas palabras vestían de príncipe una a una me las fui creyendo. Pero de ilusiones no se viven ni se duerme para siempre. Desperté sin ganas de nada pero dispuesta a todo. Quebrada en mil y un pedazos aunque con una misión por cumplir. Todo no es para siempre e igual que tanto te amo te voy a olvidar.